Columna «Viento a Favor». Que nadie les diga que no se puede: Claudia Pavlovich

Por Carlos ROMERO

«Hay que seguir creyendo en lo que uno hace, y echarle hacia adelante, y decir sí puedo, aunque todo mundo les diga, hasta el marido, que no se puede, siempre hay que pensar que sí podemos», Claudia Pavlovich Arellano.

Ayer martes, muchos que estaban en ese evento parecen haber amanecido inspirados e inspiradas, por una motivación, por un suceso, por una persona, por una ausencia.

Mientras se entregaban más de 100 apoyos para proyectos productivos que se reflejarán en empresas dedicadas a diversos ramos, como la elaboración de tortas y tacos, panaderías y carpinterías, mujeres y hombres sonorenses que se habían quedado desempleados reflexionaban sobre lo que ha sido su vida en el paso por la informalidad económica.

Y están seguros de no querer volver a vivir relegados y además desempleados. Por ello, que la gobernadora les entregara las herramientas necesarias para autoemplearse y sacar adelante a sus familias, para ellos no tiene precio y sí tiene un gran valor.

Ayer, ante un público compuesto en su mayoría por gente motivada a salir a «comerse el mundo», la gobernadora fue sumamente expresiva, se abrió, se le quebró la voz; y cómo no… su padre, el doctor Miguel Pavlovich cumpliría años, y para ella como mandataria, fue un 31 de octubre distinto a los anteriores, difícil, marcado por el recuerdo y el cariño.

No quería y lo dijo, salir de su casa; quería desahogarse, recordar a un padre amoroso y cercano como lo fue don Miguel.

Los sentimientos ayer estaban a flor de piel, seguramente por todos aquellos 31 de octubre que Claudia y su papá celebraron juntos.

Sin embargo la mandataria se ubicó en su hoy, y sabe que depende de ella que el estado avance; y asumiendo esa responsabilidad, el día del cumpleaños de su papá fallecido, entregó diversos apoyos, firmó acuerdos, tomó decisiones, gobernó.

Y tenía que ser así porque para mujeres como la señora Guadalupe Osorio Vásquez, la economía familiar dependerá de hoy en adelante de su propio esfuerzo.

Ella encabeza una de las 261 familias que en el 2017, han recibido equipo para emprender una empresa.

Guadalupe, una mujer decidida y comprometida, hizo acopio de toda la soltura que pudo para hablar frente al público a nombre los beneficiados ayer en la colonia Solidaridad IV, en el Centro Hábitat.

Y hablar frente a una gobernadora no debe ser nada fácil. La señora lo hizo como si se conocieran de muchos años; con la confianza que da el saberse emprendedor.

Le explicó con el micrófono en mano a la gobernadora, que en los momentos  en que la economía de su familia pasaba por lo más difícil, ella le planteó a su esposo la posibilidad de pedir un crédito para hacer lo que mejor sabe hacer, que es la comida.

Aunque su marido no estaba del todo convencido, acudió a las oficinas del Servicio Nacional del Empleo, donde se le platicó de esta posibilidad y a cumplir los requisitos le dieron la «luz verde».

Tuvo la oportunidad ayer, de hablar frente a la gobernadora y lo hizo.

“Quienes están aquí pueden saber lo que yo sentí al ver que alguien cree en uno, no saben lo agradecidos que estamos todas estas personas que están aquí con usted, porque usted ha creído en nosotros”, expresó Guadalupe al dirigirse a Claudia.

Como acababa de entregar equipo de carpintería al señor Cristóbal Berrera Borboa, quien abrirá muy pronto su propio negocio, la gobernadora dijo que ya le pidió su tarjeta para cuando necesite un buen carpintero, y dijo que también pidió la tarjeta de la nueva taquería que se abrirá con el apoyo que ayer les fue entregado.

Y es que, dijo la mandataria, le gustan mucho los tacos, las tortas y demás cosas.

 

Luego de terminar el evento protocolario, la gobernadora caminó hacia una oficina donde se están recibiendo los documentos para más familias que requieren un apoyo productivo; verificó las condiciones en las que lo están atendiendo.

Saludó a cuanto chamaco se le acercó; Claudia tiene especial inclinación por la protección a la mujer y a los niños.

En ocaciones se sale del protocolo para ir a saludar a alguien, para acercarse a escuchar a personas que le quieren decir algo, pedir algo.

En su recorrido de ayer martes 31 de octubre por las instalaciones del Centro Hábitat Solidaridad IV, se acercó a una banca donde estaban sentadas dos personas, una de ellas era el señor Carlos Rivera.

La gobernadora nunca había visto al señor Rivera, él se encontraba comiendo unos cacahuates japoneses, le ofreció a Claudia y ella le aceptó un puñito, se los fue comiendo mientras caminaba.

Dudo que esas cosas las haga otro gobernador del país, lo que es un hecho es que esas cosas están fuera del protocolo acartonado y provocan un acercamiento inevitable de la mandataria con la gente.

Y eso, es lo que pocos se animan a hacer pero que todos necesitan.

Gracias por leer estos párrafos.

*Soy Carlos Romero, reportero con 25 años de trayectoria y director de El Patrullero.