Rescata Ancelmo Ayala a mujer de las drogas y unifica a su familia

Por Carlos Romero

Un ciudadano como cualquier otro, pero con muchas ganas de ayudar y a quien Dios le pone las herramientas, así se cataloga Ancelmo Ayala Corral, quien desde hace 20 años es el principal benefactor de la niñez costeña y quien este año se ha propuesto rescatar a mujeres adictas de las fauses de las drogas y reinsertarlas a la sociedad para que vivan una vida plena y feliz.

Es el caso de la joven Emelia, quien a sus 24 años había llegado a Sonora desde su natal Michoacán acompañada de sus pequeños hijos Christian de 6 años y Esmeralda, de 4 años, así como de su entonces esposo.

Venían con muchos sueños por cumplir y como toda familia pequeña se adaptaron rápido a la dinámica del poblado Miguel Alemán.

Pero un día el padre de familia decidió abandonar el seno familiar, por lo que Emelia cayó en depresión. Su ingreso al mundo de las drogas estaba por empezar.

Poco a poco, Christian y Esmeralda dejaban de ser importantes para Emelia, quien ya prácticamente no sabía de sí y su único gobierno eran el cristal y otras drogas.

Sus pequeños hijos empezaron un peregrinar y vivían como podían, más bien sobrevivieron solamente.

Cuando Estos pequeños llegaron a la vida de Ancelmo Ayala, él de inmediato se percató que estaban muy descuidados; enfermos, mocosos, sucios, con su cabello lleno de piojos, descalzos, con pocas esperanzas. Dormían a la intemperie. Emelia ya no estaba en sus cincos sentidos.

Haciendo una invitación Ancelmo consiguió quién le ayudara a cuidar y aliviar a Esmeralda y Christian, mientras que él internaba gratuitamente a Emelia a un centro de Rehabilitación.

Dos meses después ese plazo se cumplió este viernes y Emelia ha sido rehabilitada y sus hijos parecen otras personas. Están limpios y sanos, gracias a Dios y a Ancelmo que intervino.

No conforme con eso les consiguió el pasaje para La Villa, Michoacán, lugar de donde son originarios y este viernes partieron para allá.

Ancelmo Ayala Corral se sintió conmovido hasta las lágrimas por el resultado que tuvo esta historia.

Y así como Emelia, hay muchas mujeres más que se encuentran en rehabilitación y no han podido hacerse cargo de sus familias.

Por ello es que es importante difundir este tipo de casos para que la gente tenga más conciencia de las necesidades de la propia población, que puede ser una familia vecina o un familiar quien esté sufriendo esa situación.