Por Carlos ROMERO
Las elecciones no se ganan en las redes sociales. Sí se puede crear una percepción de “crecimiento” de alguna persona pública, como lo son los políticos, pero para ser candidato o candidata tienen que pasar muchas cosas y muchos astros tienen que alinearse, ese es el primer elemento.
El segundo elemento es que tienen que pasar muchas cosas para que una campaña sea exitosa y genere una percepción de triunfo entre la gente. Reitero que una elección no se gana en las redes sociales. La candidata o candidato tiene convencer a electorado en sus eventos, en sus entrevistas, con sus propuestas, no importa lo que se hable de él en los círculos rojos, si entre la ciudadanía hay un ánimo de votar por ella o por él.
Eso le pasó al actual presidente Andrés Manuel López Obrador, quien tenía una gran cantidad de “opinadores” en contra, gente con mucho dinero tratándolo de descarrilar y al final no pudieron contra la comunidad, a lo que el presidente le llama “El Pueblo”.
Y un tercer elemento es que el día de la elección haya una operación de alto nivel para asegurarle el triunfo a ese personaje. Se necesita estructura, gente capacitada y ansiosa por ganar. Se necesita que muchas cosas pasen para que el día de la elección para que el resultado sea favorable. Y el PAN, hay que decirlo, no es ni la sombra del partido que ganó las elecciones presidenciales hace años.
La campaña a favor de Xóchitl Gálvez en las redes sociales se intensificó una vez que mediante una convocatoria que pudiera parecer “a modo”, el PAN logró quitar de en medio a Lilly Téllez, quien sin ser panista se estaba posicionando como una opción real para competir por la candidatura, pero se quedó en la primera etapa de la que ya les hablé.
Si el PAN va a ir en alianza con el PRI y quieren que Xochitl sea la candidata, tendrá que haber una operación de alto nivel para conseguir el apoyo de tricolor, que si bien es cierto está en a lona, todavía puede meter una zancadilla a quien tenga cerca, en este caso al PAN.
Y no será fácil que ese acuerdo llegue, porque la senadora Gálvez Ruiz en el pasado no se ha cansado de ir contra sus enemigos naturales, los priistas, y quién sabe qué gestos estará haciendo ahora que la candidatura tiene que ser común. Su pasado la define, y ella es una política 100% foxista, el ex presidente que gastó todo su capital político combatiendo al partido tricolor.
Si Xóchitl logra que haya un acuerdo de donde la alianza la hiciera candidata, faltarían los otros dos grandes pasos que ya les relaté y los cuales están más difíciles aún.
Y esto no tiene nada qué ver con cuestiones de género ni de ascendencias ni de raíces. Nadie la está discriminando ni estigmatizando por provenir de una familia indígena. De un modo o de otro, todos provenimos de ahí.
LO QUE sí veo es una cargada de panistas impulsándola, gente de mucho dinero acompañandola y todo esto sin tomar en cuenta al soterrado PRI y al moribundo PRD.
Las elecciones no se ganan en las redes sociales, de ahí que si cualquier encuestadora seria hace una medición, la senadora Gálvez Ruiz saldrá con su honorable 16% entre los panistas, apenas por encima de Santiago Creel; pero si la medición se hace entre los aliancistas, Xóchitl se verá en su real 11%, a mismo nivel que Creel y apenas por arriba de Enrique de la Madrid.
Y más aún si la encuesta, seria como les decía, Gálvez Ruiz quedaría como en un 4to lugar, con un 5 ó 6%.
No veo un gran movimiento social apoyándola en las redes. Y vaya que lo he buscado.
A quienes la están impulsando en las redes sociales les queda muy claro que ella no ha superado ni la primera etapa y a como va la alianza, el PAN tendría que pasar por encima del PRI para hacerla candidata.
Veremos.
Yo soy Carlos Romero, Reportero con 32 años de trayectoria/

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